Factores intangibles como la felicidad y la satisfacción de los empleados son claves para la productividad.
Existen diversos motivos por los que cada vez más compañías invierten en programas de salud y bienestar: refuerzo de branding e imagen corporativa, mejora del ambiente laboral, obtención de certificaciones para acceder a concursos públicos, entre otros. Sin embargo, el principal se basa en una premisa muy simple: las empresas saludables son más productivas.
Las compañías tienen infinidad de opciones para mejorar el bienestar de sus trabajadores –caterings saludables, jornadas de teambuilding, financiar la cuota del gimnasio, etc.– y es importante escoger la más adecuada para el equipo. Por ello, cuando una compañía decide invertir en un programa, es lógico que busque la mejor manera de determinar su éxito con precisión. A continuación, revisamos dos formas de evaluar estos resultados: